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1 Mis amigos, no muchos de ustedes deberían ser maestros, porque ustedes saben que quien enseña tiene una responsabilidad mayor ante el juicio. 2 Todos cometemos errores de muchas maneras. El que no comete errores en lo que dice es realmente una persona buena que puede mantener todo su cuerpo bajo control. 3 Nosotros ponemos frenos en nuestra boca como los caballos para que nos obedezcan, y así poder dirigirlos hacia donde queremos. 4 Miremos también los barcos: aunque son muy grandes y son impulsados por vientos fuertes, son conducidos por un pequeño timón hacia la dirección que el piloto quiere ir.
5 Del mismo modo, la lengua es una parte del cuerpo muy pequeña, ¡pero hace grandes alardes! ¡Piensen cuán grande incendio puede provocar una pequeña llama! 6 Y la lengua es una llama. Es una espada del mal en medio de las partes del cuerpo. Puede estropearte por completo como persona, y puede derrumbar toda tu vida, pues la enciende el fuego de Gehena* Gehenna: el basurero que estaba afuera de Jerusalén, donde se quemaba la basura. Esta palabra se usa de manera simbólica como destino final de los malvados. . 7 La gente puede dominar todo tipo de animales, ya sean aves, reptiles, y criaturas del mar, 8 pero nadie puede dominar la lengua. Porque es maligna, difícil de controlar, llena de veneno mortal. 9 La misma lengua que usamos para bendecir a nuestro Señor y Padre, la usamos para maldecir a otras personas que están hechas a imagen de Dios. 10 ¡Emanan bendiciones y maldiciones de la misma boca! Amigos, ¡esto no debe ser así! 11 ¿Acaso puede brotar de la misma fuente agua dulce y amarga a la vez? 12 Amigos míos, así como una higuera no puede producir olivas, y una viña no puede producir higos, una fuente de agua salada no puede producir agua dulce y fresca.
13 ¿Quién entre ustedes tiene sabiduría y entendimiento? Pues permita que su buen vivir demuestre lo que hace, actuando rectamente, con sabia bondad y consideración.
14 Pero si tienes celos amargos y ambición egoísta en tu corazón, no te jactes de ello ni quieras mentirle a la verdad. 15 Esta clase de “sabiduría” no viene de arriba, sino que es terrenal, carente de espiritualidad, y demoníaca. 16 Dondequiera haya celos y ambición egoísta, también habrá confusión y todo tipo de prácticas malas.
17 Sin embargo, la sabiduría que viene de arriba es pura sobre todas las cosas, y también trae paz. Es noble y abierta a la razón. Está llena de misericordia y produce cosas buenas. Es genuina y no hipócrita. 18 Los que siembran paz recogerán la paz de lo que es recto en verdad.
*3.6 Gehenna: el basurero que estaba afuera de Jerusalén, donde se quemaba la basura. Esta palabra se usa de manera simbólica como destino final de los malvados.