| Capítulo 60 |
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LEVANTATE, resplandece; que ha venido tu lumbre, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. |
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Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad los pueblos: mas sobre ti nacerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. |
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Y andarán las gentes á tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento. |
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Alza tus ojos en derredor, y mira: todos estos se han juntado, vinieron á ti: tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas sobre el lado serán criadas. |
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Entonces verás y resplandecerás; y se maravillará y ensanchará tu corazón, que se haya vuelto á ti la multitud de la mar, y la fortaleza de las gentes haya venido á ti. |
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Multitud de camellos te cubrirá, dromedarios de Madián y de Epha; vendrán todos los de Seba; traerán oro é incienso, y publicarán alabanzas de Jehová. |
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Todo el ganado de Cedar será juntado para ti: carneros de Nebayoth te serán servidos: serán ofrecidos con agrado sobre mi altar, y glorificaré la casa de mi gloria. |
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¿Quiénes son estos que vuelan como nubes, y como palomas á sus ventanas? |
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Ciertamente á mí esperarán las islas, y las naves de Tarsis desde el principio, para traer tus hijos de lejos, su plata y su oro con ellos, al nombre de Jehová tu Dios, y al Santo de Israel, que te ha glorificado. |
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Y los hijos de los extranjeros edificarán tus muros, y sus reyes te servirán; porque en mi ira te herí, mas en mi buena voluntad tendré de ti misericordia. |
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Tus puertas estarán de continuo abiertas, no se cerrarán de día ni de noche, para que sea traída á ti fortaleza de gentes, y sus reyes conducidos. |
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Porque la gente ó el reino que no te sirviere, perecerá; y del todo serán asoladas. |
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La gloria del Líbano vendrá á ti, hayas, pinos, y bojes juntamente, para decorar el lugar de mi santuario; y yo honraré el lugar de mis pies. |
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Y vendrán á ti humillados los hijos de los que te afligieron, y á las pisadas de tus pies se encorvarán todos los que te escarnecían, y llamarte han Ciudad de Jehová, Sión del Santo de Israel. |
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En lugar de que has sido desechada y aborrecida, y que no había quien por ti pasase, ponerte he en gloria perpetua, gozo de generación y generación. |
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Y mamarás la leche de las gentes, el pecho de los reyes mamarás; y conocerás que yo Jehová soy el Salvador tuyo, y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob. |
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En vez de cobre traeré oro, y por hierro plata, y por madera metal, y en lugar de piedras hierro; y pondré paz por tu tributo, y justicia por tus exactores. |
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Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción ni quebrantamiento en tus términos; mas á tus muros llamarás Salud, y á tus puertas Alabanza. |
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El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará; sino que Jehová te será por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria. |
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No se pondrá jamás tu sol, ni menguará tu luna: porque te será Jehová por luz perpetua, y los días de tu luto serán acabados. |
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Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme. |
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El pequeño será por mil, el menor, por gente fuerte. Yo Jehová á su tiempo haré que esto sea presto. |