| Capítulo 140 |
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LIBRAME, oh Jehová, de hombre malo: Guárdame de hombre violento; |
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Los cuales maquinan males en el corazón, Cada día urden contiendas. |
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Aguzaron su lengua como la serpiente; Veneno de áspid hay debajo de sus labios. (Selah.) |
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Guárdame, oh Jehová, de manos del impío, Presérvame del hombre injurioso; Que han pensado de trastornar mis pasos. |
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Hanme escondido lazo y cuerdas los soberbios; Han tendido red junto á la senda; Me han puesto lazos. (Selah.) |
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He dicho á Jehová: Dios mío eres tú; Escucha, oh Jehová, la voz de mis ruegos. |
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Jehová Señor, fortaleza de mi salud, Tú pusiste á cubierto mi cabeza el día de las armas. |
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No des, oh Jehová, al impío sus deseos; No saques adelante su pensamiento, que no se ensoberbezca. (Selah.) |
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En cuanto á los que por todas partes me rodean, La maldad de sus propios labios cubrirá su cabeza. |
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Caerán sobre ellos brasas; Dios los hará caer en el fuego, En profundos hoyos de donde no salgan. |
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El hombre deslenguado no será firme en la tierra: El mal cazará al hombre injusto para derribarle. |
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Yo sé que hará Jehová el juicio del afligido, El juicio de los menesterosos. |
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Ciertamente los justos alabarán tu nombre; Los rectos morarán en tu presencia. |