| Capítulo 9 |
|
TE alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; Contaré todas tus maravillas. |
|
Alegraréme y regocijaréme en ti: Cantaré á tu nombre, oh Altísimo; |
|
Por haber sido mis enemigos vueltos atrás: Caerán y perecerán delante de ti. |
|
Porque has hecho mi juicio y mi causa: Sentástete en silla juzgando justicia. |
|
Reprendiste gentes, destruiste al malo, Raíste el nombre de ellos para siempre jamás. |
|
Oh enemigo, acabados son para siempre los asolamientos; Y las ciudades que derribaste, Su memoria pereció con ellas. |
|
Mas Jehová permanecerá para siempre: Dispuesto ha su trono para juicio. |
|
Y él juzgará el mundo con justicia; Y juzgará los pueblos con rectitud. |
|
Y será Jehová refugio al pobre, Refugio para el tiempo de angustia. |
|
Y en ti confiarán los que conocen tu nombre; Por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste á los que te buscaron. |
|
Cantad á Jehová, que habita en Sión: Noticiad en los pueblos sus obras. |
|
Porque demandando la sangre se acordó de ellos: No se olvidó del clamor de los pobres. |
|
Ten misericordia de mí, Jehová: Mira mi aflicción que padezco de los que me aborrecen, Tú que me levantas de las puertas de la muerte; |
|
Porque cuente yo todas tus alabanzas En las puertas de la hija de Sión, Y me goce en tu salud. |
|
Hundiéronse las gentes en la fosa que hicieron; En la red que escondieron fué tomado su pie. |
|
Jehová fué conocido en el juicio que hizo; En la obra de sus manos fué enlazado el malo. (Higaion. Selah.) |
|
Los malos serán trasladados al infierno, Todas las gentes que se olvidan de Dios. |
|
Porque no para siempre será olvidado el pobre; Ni la esperanza de los pobres perecerá perpetuamente. |
|
Levántate, oh Jehová; no se fortalezca el hombre; Sean juzgadas las gentes delante de ti. |
|
Pon, oh Jehová, temor en ellos: Conozcan las gentes que son no más que hombres. (Selah.) |