| Capítulo 8 |
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OH Jehová, Señor nuestro, ¡Cuán grande es tu nombre en toda la tierra, Que has puesto tu gloria sobre los cielos! |
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De la boca de los chiquitos y de los que maman, fundaste la fortaleza, A causa de tus enemigos, Para hacer cesar al enemigo, y al que se venga. |
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Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste: |
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Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, que lo visites? |
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Pues le has hecho poco menor que los ángeles, Y coronástelo de gloria y de lustre. |
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Hicístelo enseñorear de las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies: |
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Ovejas, y bueyes, todo ello; Y asimismo las bestias del campo, |
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Las aves de los cielos, y los peces de la mar; Todo cuanto pasa por los senderos de la mar. |
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Oh Jehová, Señor nuestro, ¡Cuán grande es tu nombre en toda la tierra! |