| Capítulo 3 |
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¡OH Jehová, cuánto se han multiplicado mis enemigos! Muchos se levantan contra mí. |
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Muchos dicen de mi vida: No hay para él salud en Dios. (Selah.) |
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Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí: Mi gloria, y el que ensalza mi cabeza. |
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Con mi voz clamé á Jehová, Y él me respondió desde el monte de su santidad. (Selah.) |
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Yo me acosté, y dormí, Y desperté; porque Jehová me sostuvo. |
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No temeré de diez millares de pueblos, Que pusieren cerco contra mí. |
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Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío: Porque tú heriste á todos mis enemigos en la quijada; Los dientes de los malos quebrantaste. |
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De Jehová es la salud: Sobre tu pueblo será tu bendición. (Selah.) |